Bran Scatach ID°

Nombre y apellidos: Bran Scathach
Edad: 17
Fecha de nacimiento: 31 de octubre 1999
Lugar de nacimiento: Bosque
Raza: Cambiante
Ocupación: Vagabundo
Facción: Neutral

Álbum de Fotos:

Foto:

Aspecto: Mi cara de inocente hace parecer que no soy capaz de hacer las travesuras que hago y aun cuando he sido pillado in fraganti no tardan en perdonarme por el carisma que tengo. Tengo el pelo blanco, largo, suave, como humano y como ciervo, la piel también lo es. Casi no tengo cicatrices a pesar de estar en el bosque todo el tiempo. Cuando estoy como humano no me gusta vestirme y si me obligan prefiero vestirme con colores llamativos siendo algo extravagante para los otros. No me gusta llevar zapatos eso si ¡para nada! no siento la tierra cuando estoy con ellos, siento que no puedo trepar ni correr.
Soy alto y atlético, pese a ser delgado tengo fuerza pero más aún es lo veloz que soy y como puedo ir saltando entre los arboles, ir variando de forma mientra escapo para sacar provecho de cada una aunque la mayor parte del tiempo la he pasado como ciervo viendo el ciclo de un ciervo. A vecs pierdo la cornamenta para volver a tenerla luego.

Personalidad: Soy tímido al principio, intento olfatear a las criaturas para ver si confiar o no, usualmente las dríadas tienen un olor confiable, pero a veces me equivoco y confío en alguien que no debo, lo cual ha hecho que en ocasiones me vaya mal. También soy alegre y me gusta jugar y divertirme. Últimamente también siento ganas de recibir cariño y cuando lo hago me invade un calor que antes no sentía, es extraño, debe ser que me vuelvo adulto. También soy astuto y de mente rápida.
Por otro lado lo que quiero lo tomo, no me importa mucho la opinión del propietario, pero trato de que no me vean. También soy así con las personas, si deseo a alguien busco la forma de tenerlo. Suelo ser algo bromista también, aunque no se tomen siempre de buenas mis bromas, son divertidas, aunque no lo quieran reconocer. Es divertido ver como se van a sur cuando debían ir al este sólo porque cambio las señales de los cazadores, o como fingiendo ser una montura dejo que se suban a mi lomo y troto a toda velocidad por caminos intrincados.
Me gusta bailar ¡me encanta bailar! eso se me da más fácil como humano que como ciervo, aunque en esta forma también lo hago.
Me gusta bromear y jugar también, aunque a veces juego a costa de otros, bromear con la gente seria sin que lo sepan es divertido.
No me gusta el fuego, ni las serpientes. Y como manía; Me gusta rumiar pasto, cuando estoy en forma humana lo hago con los vegetales, demoro mucho en comer por eso e incomodo a los otros humanos en la mesa, pero no lo puedo evitar, me relaja.

Historia: Mi historia es simple, nací como un cervatillo en los bosques, mi madre era otra cambiaformas ciervo, mi infancia también lo pasé en esa forma ya que era más fácil caminar así, si cambiaba no hubiese podido caminar y los depredadores me hubiesen atrapado más fácilmente. De todas formas mi mamá me protegió y cuidó mucho. Cuando ya pude sostenerme bien y era fuerte ella me enseñó los cambios como pasar a humano y como volver a ciervo, no duele y es un cambio rápido, es algo mágico, no requiera de que mis huesos se tuerzan para dar la bienvenida a otra forma. Con el tiempo puedo hacerlo más rápido y hacer que parezca un humano por completo. Ella me llevaba a unos bosques más allá de todo lo conocido, pero ella sabía pasar a un bosque donde los humanos nos conocían como criaturas mitológicas y en ese lugar hacíamos que las personas se subieran a nuestros lomos y corríamos a lo más profundo del bosque para perderlos. ella me enseñaría las rutas para luego poder hacerlo solo pero no lo hizo, un día simplemente no volvió, no sé si se quedó en el bosque humano o en un lugar del bosque profundo, espero encontrarla algún día.
Por mi parte seguí con esas travesuras, extraviar humanos es divertido, pero ya no puedo traerlos de su bosque como hacia ella. Allá intentaban darme caza. Incluso como un tesoro. Yo era el gran ciervo blanco.

Ya solo un día común fui capturado por un cambiaformas depredador. Acechó mucho hasta lograrlo. Iba como un ciervo así que era muy veloz, les sacaba ventaja y casi era divertido ver como se caía siguiéndome el paso, pero luego me topé con un camino sin salida, intenté saltar pero no podía saltar por sobre las rocas así que cambié a forma humana, aunque aun no la logro perfeccionar, siempre quedo con la cornamenta, aunque no me molesta eso. Mi forma humana me ayudaría a trepar y en eso estaba cuando me mordió y jaló de mi pierna haciéndome caer. ¡Me mataría! Sólo me encogí tapándome la cara temblando de miedo hasta que escuché una voz que decía que seria suyo. Desde entonces soy propiedad de un depredador.

Bienvenido.